Cada vez que viene mi padre a
comer a casa, me dice que aprende algo nuevo en la cocina, algún pequeño truco
o consejo aparentemente tonto, pero que le ayuda luego mucho en casa. Lo
curioso es que a mi me ocurre lo mismo cuando voy a la suya y le cotilleo mientras
cocina, así que he intentado reunir toda esa mini sabiduría en estos 33
consejos para ser mejor cocinero (si cabe).
Algunos os parecerán consejos
tontos y otros os resultarán obvios, pero estoy seguro que encontraréis unos
cuantos que os parecerán reveladores, y con eso me doy por satisfecho. Además,
como no soy omnisciente, estoy convencido de que vosotros tendréis muchos
más que aportar en los comentarios. ¡Ah! Y no están por orden de importancia,
sino según me han ido viniendo a la mente.
1. Afila tus cuchillos
Porque no hay nada más odioso (y
peligroso) que intentar cortar con cuchillos sin afilar. Así que agénciate de
un buen afilador o, mejor aún, haz que los afile un profesional de cuando
en cuando. Ya verás qué maravilla.
2. Utiliza siempre aceite de
oliva virgen extra
Porque por la diferencia de
precio, obtienes un aceite de una calidad muy superior, que resiste mejor
las temperaturas y el paso del tiempo, es más sano y, vaya, está mucho más
bueno y sabroso. Y ya si
es de nueva cosecha, ni te cuento.
3. Compra sal de calidad
Escatimar en la sal no tiene
sentido. Incluso la más cara de las sales tiene un impacto ínfimo en el coste
de una comida, y anda que no cambia una ensalada, unas tostadas o un trozo de
carne con una sal en escamas de calidad.
4. Congela el pan ya cortado en rebanadas
Y así podrás descongelar la
cantidad justa que quiera y directamente en la tostadora. No hay nada como
una buena tostada de pan por la mañana sin tener que bajar a comprar el
pan o tener que descongelar una barra entera.
5. Despeja tu banco de cocina
Sin querer, tendemos a acumular
cosas sobre la encimera. Botes, tostadoras, microondas, máquinas de café,
picadoras, batidoras... tenemos tantas cosas en la cocina que acabamos teniendo
que pelar y cortar patatas en un rincón. Despeja tu cocina, guarda todo lo que
no uses a diario y trabajarás mucho más a gusto.
6. Ten una (buena) sartén solo para las tortillas de patata
Salvo que te gusten que se peguen
o directamente no prepares nunca tortillas, este es mi consejo: una buena
sartén única y exclusivamente para la tortilla de patata. Incluso me atrevería
a decir que no la friegues, y simplemente la limpies con un poco de papel de
cocina. Mano de santo.
7. Aliña tus ensaladas en orden
En el caso del aliño, el orden de
los factores sí altera el producto
Primero la sal, luego el vinagre
y finalmente el aceite. Si empezamos por el aceite, este creará una película
alrededor de la lechuga e impedirá que la sal y el vinagre hagan bien su
función.
8. Al hacer pasta, espera a echar la sal hasta que el agua empiece a hervir
El agua con sal tiene un mayor
punto de ebullición y un mayor calor específico, por lo que tardará más y
gastará más energía para calentarla que si la añadimos cuando rompa a hervir.
9. Guarda caldo de pollo y pescado en cubiteras
Estas pequeñas dosis son
perfectas para darle un golpe de sabor a todo tipo de salsas y cremas sin tener
que preparar un caldo ex profeso.
10. Al hacer caldo, haz de más
Por hacer caldo de más luego te
puedes regalar arroces como este en un periquete
Así podrás guardarlo para futuros
usos, como el mencionado en el paso anterior, o para hacer ricos platos como fideuá, arroz
al horno, arroz
a banda... y un montón más de arroces.
11. Al hacer arroz blanco,
siempre que sobre
El arroz blanco se puede guardar
en la nevera varios días y utilizarse para darle vida a ensaladas,
verduras al wok, acompañar carnes y pescados...
12. Ten siempre papel de hornear
Para el horno, es mejor que el
papel de aluminio en muchos casos, tanto para postres como para recetas
saladas. Es muchísimo más resistente (no se rompe ni desgarra) y no se pega
nunca, perfecto para carnes, pescados y verduras.
13. Planta tu pequeño huerto
urbano con hierbas aromáticas
Hierbabuena, albahaca, romero,
perejil, cebollino... unas cuantas macetas en una ventana soleada forman un
huerto urbano que te garantiza un suministro constante de deliciosas
hierbas aromáticas que darán vida a todos tus platos.
14. Prueba a añadir hierbas
aromáticas a la ensalada
Te sorprenderá cómo cambia una
sencilla ensalada con un poco de hierbabuena, cebollino y albahaca fresca.
15. No te olvides poner la tapa
de las ollas
Verás lo rápido que hierve el
agua en comparación con no taparla (y lo que ahorras en electricidad o
gas).
16. Apaga el horno antes de que
termine la cocción
Y aprovecha el calor residual
para acabar de cocinar los alimentos, que es tontería dejar un horno caliente
vacío.
17. Deja que se templen los
alimentos antes de guardarlos en la nevera
Meter cosas calientes en la
nevera o el congelador puede hacer que suba mucho más de lo esperado la
temperatura, llegando a poder descongelar los alimentos cercanos.
18. Si compras hierbas aromáticas
frescas, congela las que te sobren
Las hierbas aromáticas se
pueden congelar
sin perder sus propiedades. Preferiblemente ya picadas y al vacío o bien
envueltas. Así será sacar y empezar a utilizar.
19. Guarda la grasa de asar el
pollo
Sí, esa que se queda en la
bandeja del horno salvo que haya mucho pan en la mesa. Es perfecta para
caramelizar cebollas, saltear verduras o darle un toque jugoso a las pechugas.
Lo mismo vale para la grasa que suelta el bacon.
20. Cambia las bayetas y
estropajos con asiduidad
Aunque las limpies bien, son un
nido de vida microscópica, así que si quieres una cocina limpia, usa bayetas
limpias.
21. Que no falte la luz en tu
cocina
La oscuridad y la luz de las
velas para los románticos, en la cocina es importante ver lo que estamos
haciendo. A menudo no basta con la luz en el techo, así que es buena idea
añadir tiras de leds bajo los armarios para añadir luz y no hacernos sombra con
el cuerpo.
22. Si tu sartén se pega,
cámbiala
Esta sartén está para cambiar
Cuando una sartén antiadherente
se empieza a pegar y se convierte en una
sartén adherente, es el momento de cambiarla, o te hará acabar renunciando
a ciertos tipos de preparación y a abusar del aceite para evitar que se peguen
los alimentos.
23. Usa una sartén del tamaño
adecuado
Llenar demasiado una sartén hace
que la comida tienda a cocerse en vez de a saltearse, pasando de estar
crujiente y tierna a estar blanda e insípida.
24. Prueba a añadir azúcar a las
verduras
La
cebolla es un caso clásico para añadirle azúcar, pero prueba también con
las zanahorias, los tomates o cualquier otra verdura que tenga un toque dulce.
25. Hazte con un termómetro de
cocina
Así sabrás cuando la carne ha
alcanzado la temperatura adecuada o el caldo está listo para servir. Valen
cuatro duros (los
hay por 10 o 20 euros) y te sentirás un profesional.
26. Que no falten las cucharas
medidoras
Porque así seguro que no
fallamos al poner una cucharada de nada. Preferiblemente
que sean metálicas, que tienen menos tendencia a que se queden sabores y
son más duraderas.
27. Un peso de cocina,
indispensable
Especialmente para postres, pero un
peso de cocina también es muy práctico para todo tipo de
preparaciones, como pastas o arroces. Medir en peso es mucho más preciso
que en volumen.
28. Nunca se tienen suficientes
especias...
Aunque hay que andarse con ojo
porque con el tiempo pierden sabor, un buen abanico de especias en casa
nos ayudarán a dar un toque especial a cualquier plato, incluso a unas
lentejas.
29. ... ni tampoco suficientes
salsas
Sobre todo si queremos explorar
otras cocinas: salsa de soja, salsa Worcestershire, aceite de sésamo, salsa de
chile, salsa barbacoa, salsa de ostras...
30. Hay más vinagres que el de
Módena
A cada ensalada le va bien un
vinagre diferente, y además del blanco y el manido vinagre de Módena hay muchos
más: de naranja, de fresa, de frambuesa, de vino tinto, de Jeréz... no dejes de
probar todos los que encuentres.
31. Experimenta con los aceites
monovarietales
Un
aceite cambia mucho en función del tipo de oliva con el que está hecho
(hojiblanca, picual, arbequina, cornicabra...) y debemos saber cuál usar en
cada caso, porque no es lo mismo freír que aliñar una ensalada o ponerlo en una
tostada.
32. No dejes de probar cosas
nuevas
Porque aunque las tradiciones
están muy bien y yo creo que es importante respetarlas, probar recetas
nuevas o inventarnos algunas es de las cosas más divertidas de la cocina, así
que no dejes de hacerlo.
33. Y no tengas miedo a
equivocarte
Yo no publico las cosas que me
salen mal, pero daría para mantener otro blog solo de desastres culinarios.
Porque no todo sale siempre a la primera, especialmente cuando haces
probaturas, así que no tengas miedo a equivocarte, que es algo inevitable
en la cocina. Y si alguien en la mesa se queja, le das el delantal y te
preparas para reír.
¡A los fogones!
Bonus valenciano: las paellas se
hacen en paellas de acero (oxidable)
Nada de paellas antiadherentes o
esas extrañas negras con puntos blancos. Una
paella de bien se tiene que hacer en una paella de acero para
conseguir el amado "socarraet", que es el arroz que se quema y se
pega en la base. Hacerlo en otro tipo de recipiente es una de las muchas
aberraciones cometidas contra la paella.
En Directo al Paladar | Cómo
adaptar las medidas de una tarta a un tamaño de molde diferente
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